sábado, 27 de octubre de 2007

Borradores II

Desde siempre tuve miedo a volar muy alto. El sol me atraía, su consistencia ígnea y autodestructiva me llamaba a unírmele, pero le temía, temía acercarme demasiado y arder en llamas, como mi corazón me lo pedía

La llama ardiente que me había creado ardía aun, las cadenas con que lograba detenerla se hacían mas y mas débiles, el temor que me infundía me llevo a esta celda, el único resguardo que podía tener hacia mi mismo, hacia mi esencia, la bestia ardiente que me quemaba por dentro, en su llamado a arder
bajo mi propio fuego.

celda de las mazmorras, el constante goteo fue apagando una a una mis llamas, para poder de a poco ir soltando una a una las cadenas

1 comentario:

Luis Hernán dijo...

Me gusto mucho el texto, es muy tuyo, y es facil de entender, pero te faltaron unas tildes en unos "más", aunque no sé por que te alego, yo tengo pésima ortografía.