sábado, 25 de agosto de 2007

Desde mi ventana


Desde una ventana me senté a ver a través de mi empañada ventana a ver lo que transcurría en aquel mundo, un mundo frió y extraño, lleno de intrigas y miedos.
Como cada mañana, el paradero yacía repleto de gente esperando la micro, la que como siempre, tardaba más de lo debido, sobre todo para ser un día de lluvia. Me puse a observarlos entonces, cada uno tan diferente de el que tenia al lado, los había con relucientes ternos y corbatas, siempre hablando por sus celulares como si el mundo se fuera a caer si no lo hacían, otros con jeans gastados por la constante obra, con sus callosas manos y sus pieles quemadas por el despiadado sol. Un grupo de escolares charlaba, con sus cabellos pintados, parados o irregularmente cortados. En sus mochilas relucían incontables logos de grupos musicales a modo de trofeos. Al otro lado se encontraban grandes hombres reluciendo sus oscuras chaquetas de cuero, llenas de espinas de frío metal para ahuyentar a los temerosos, debajo de las cuales siempre se escondían sus poleras de Iron maiden, Metallica o Caníbal Corpse. Un grupo de oscuros señores se acercaba con señorial paso, reluciendo con gallardía sus largos abrigos al estilo matriz, sus cruces, sus cadenas y sus ojos, profundos ojos pintados con dedicación de un maléfico negro. Y así como todos estos, tantos otros más había bajo ese paradero que cobijaba a todos por igual. No se si de repente apareció la micro, llevándoselos a todos. Lo que es yo, me quede ahí en mi pieza escuchando con mi maquinita musical un mismo tema una y otra vez, mientras chateaba con un par de amigos por el computador...

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